En 1882, en un pequeño pueblo del centro de la isla de Mallorca llamado Llubí, un carpintero de nombre Jorge Perelló Perelló decide cambiar de profesión y funda unas destilerias tradicionales. Después de ejercer varios años esta profesión entrega las destilerias a sus hijos Jorge y Antonio Perelló Planas, que deciden tomar caminos diferentes. Antonio, en el año 1919, como muchos mallorquines de aquella época, emigra a América y establece las destilerias en Mendoza (Argentina). Pero en 1947 su segundo hijo Antonio Perelló Perelló abre de nuevo la destileria en los antiguos locales de Llubí, donde empezó su abuelo, que va ampliando a medida aumenta la producción. En 1973 la convierte en sociedad anónima con el nombre de Dos Perellons S.A. (en referencia a sus dos apellidos). En 1991 por razones de expansión, se trasladan a unos nuevos locales en el Polígono Son Castello de Palma de Mallorca. Hoy, más de 120 años después de su fundación, sigue siendo una empresa artesana y familiar regentada por la cuarta generación y en donde la quinta generación ya está aprendiendo el oficio para poder seguir la vieja tradicción familiar.